ASI VA EL TURISMO

Desciende de manera importante la afluencia del turismo en la Ciudad y las consecuencias económicas pueden ser importantes.

La política, si es que tienen, del Partido Popular falla estrepitosamente, algo ocurre en su concepción, en su diseño, por que este dato, desciende un 26% (ver noticia), muy negativo para los intereses de amplios sectores económicos de Arévalo, nos deja más que fríos, desvanece las posibilidades de crecimiento del sector sembrando dudas para el futuro de nuevos recursos e iniciativas y lo más espectacular, recoge las consecuencias de una política insustancial y carente de vitalidad, de una desidia que acompaña, tristemente, buena parte de la gestión popular al frente del Ayuntamiento.

Nos preguntamos quiénes pagarán el pato de este desaguisado: los concejales responsables, NOOO!!!, están apoltronados, lo pagarán los emprendedores, los que arriesgan su dinero y porvenir, los trabajadores de este sector y otros.

En la noticia aludida con anterioridad se pretende justificar la caída de la actividad turística amparándose en no sabemos que datos regionales, pero otras localidades, que si que han sabido hacer sus deberes, como el caso de la cercana Olmedo, muestran con orgullo unos resultados extraordinarios (ver noticia), nada menos que 75.375 visitas que contrastan con las aquí obtenidas: 13.085. La diferencia es abismal y las cifras hablan por sí solas. Olmedo dista escasos 25 km de Arévalo y se supone que en la provincia de Valladolid las circunstancias coyunturales de la crisis también tienen sus efectos.

¿Por qué acude turismo a Olmedo y no lo hace a Arévalo? Buena pregunta. Nuestros responsables políticos y sus asesores deberían darnos una explicación. No queremos lamentaciones, queremos calidad, queremos que la gente también venga a Arévalo. Nos deben una explicación pública, con rigor y honestidad.
Presumimos de asistir a Ferias de Turismo de postín, la última INTUR, celebrada entre los días 27 y 30 del pasado mes de noviembre en la capital de la Comunidad. Y es bueno que Arévalo asista a estos certámenes de turismo; INTUR es una feria de referencia del turismo de interior. Ahora bien, resulta impresentable que no habiendo transcurrido ni un mes desde su celebración, la oficina de turismo de Arévalo cierre sus puertas, durante todas las fiestas navideñas. Vamos, hemos dado con las puertas en las narices a quienes pretendimos vender nuestras promociones y excelencias turísticas.
Ahora tendremos que pensar qué hacer para revitalizar el sector, tendremos que pararnos a pensar si no estamos vendiendo humo a tenor de lo penoso que resulta transitar entre tanto vodevil modernista, como el arco de la calle Entrecastillos, ese muro de hormigón y piedra pegada que ha costado una millonada y se escurre por la ladera del río Arevalillo, el copia pega de la plaza de la Villa, los olores recurrentes de los granjeros, pobres, de otros municipios, el marrón del Castillo y sus vertederos adyacentes, la obra museística del Escorial, etc.
Arte y recursos hay, posibilidades, también.

Falta cambiar de política y de políticos. El cambio se hace necesario, nos jugamos mucho en este envite.

Un Plan de Dinamización Turística es imprescindible si no queremos vernos reflejados como en esas postales a una tinta, sobadas, que nos traen recuerdos de algo que pudo ser y acabó por no ser nada.