ARÉVALO: ILUSIÓN Y PROYECTOS

Rentabilizar las inversiones públicas siempre es recomendable y, en la actual situación de crisis económica, diríamos que es una exigencia: destinar el dinero preciso, asignar recursos humanos y aplicar la gestión imprescindible para cada proyecto son vitales para que una actuación municipal resulte sostenible.

Una de las señas de identidad de las formaciones políticas progresistas y de izquierda es la atención preferente a la cultura y el patrimonio, ya sea arquitectónico, medioambiental o de cualquier otro tipo. Los recursos son limitados y provienen de los impuestos de todos los vecinos, circunstancia que exige velar por sacarles el máximo rendimiento.

Desde nuestro punto de vista, tres son las líneas en las que se debe actuar desde el Ayuntamiento:

1) La actividad municipal propiamente dicha para que todos los ciudadanos, individualmente o a través de asociaciones, puedan desarrollar sus inquietudes culturales o medioambientales

2) Mantenimiento en buen uso de las instalaciones y de los edificios

3) Coordinación de las inversiones procedentes de las distintas administraciones, con el fin de sacar el máximo rendimiento de tales ayudas y no dispersar los esfuerzos sin objetivos claros

Como ejemplo de algo que se ha hecho bien en la primera línea de actuación, tenemos la Escuela de Música que, en tanto no pueda contar con un edificio específico, (probablemente multiusos para hacer sostenible su mantenimiento) funciona en un Colegio Público de propiedad municipal. Los alumnos pueden pasar a formar parte de la Banda, la Coral y otras formaciones posibles; es un ejemplo de buen aprovechamiento de los recursos. Algo similar puede abordarse en relación con estudios artísticos, escénicos y de danza.

Como ejemplo en negativo de la segunda línea tenemos la Isla. Se han gastado grandes cantidades de dinero público para la restauración de la presa - con ayuda de la Confederación Hidrográfica del Duero -, del edificio - con escuelas Taller o Casas de Oficio-, iluminación de acceso, repoblación de laderas etc Sin embargo el vandalismo, la falta de vigilancia y el pasotismo del equipo de gobierno municipal, hacen que parezca una escombrera con farolas arrancadas y papeleras convertidas en antorchas, lo que debería ser una zona de usos múltiples: zona de baños, deporte de remos, pesca, albergue juvenil etc. No es una cuestión de dinero sino de imaginación y de ganas, de proyecto, en fin. La gestión de un bar a cambio de vigilancia y de limpieza o la aplicación de medidas de seguridad podrían ser iniciativas eficaces para evitar el vandalismo y recuperar esa zona tan singular.

Como ejemplo de la tercera línea de actuación, proponemos la transformación de la zona del río Arevalillo en algo similar a la Isla con la recuperación de la presa y el Molino quemado. Está muy bien gastar dinero público en restaurar los dos puentes medievales, consolidar los restos de muralla, limpiar el cauce, trasvasar periódicamente agua de la presa de las Cogotas, pero además debe habilitarse una zona de paseo y carril bici para disfrutar de los resultados de todas estas actuaciones Si los ciudadanos no pueden utilizar o disfrutar de espacios que integren las actuaciones realizadas, estas se quedan en meros adornos. Hace años, el Ayuntamiento logró que la Junta de Castilla y León elaborara un proyecto de acondicionamiento de laderas entre los dos puentes pero que nunca dotaron presupuestariamente. Habría que retomar este proyecto y ejecutarlo.

Por último, un ejemplo de coordinación de actuaciones puede ser el proyecto de la Junta de recuperación urbanística de la zona de San Martín al Castillo, la más abandonada y deplorable de todo el casco. Pues bien, el Ayuntamiento debe velar para que, en su ejecución, se cumplan varios objetivos coordinando actuaciones de distintos organismos públicos:

• Indemnizar de manera justa a los propietarios

• Tratar de mantener las actividades económicas de la zona que son compatibles con su calificación de residencial

• Potenciar la actividad específica del casco viejo como es la del turismo

• Ampliar el circuito de transporte urbano para acercar a la población a las instalaciones públicas del otro extremo de la ciudad

• Equipar a esta zona de unos mínimos dotacionales necesarios como centros culturales y pistas polideportivas

• Aprovechar para realizar catas arqueológicas en busca de datos de nuestro primer núcleo de población, ubicación de la antigua iglesia de San Nicolás, trazado de muralla con paseos peatonales y de bicicletas

• Reutilización turística de las bodegas en las inmediaciones del castillo

• Estudio de aparcamientos para turismos y autobuses

• Conexión viaria con el resto del casco a través de la zona del castillo de forma segura y sin perjudicar a los habituales actuales

• Creación de huertos familiares

• Recuperación del proyecto de restauración del puente del cementerio y potenciar un paso peatonal al cementerio

• Intentar la instalación de un Parador Nacional, o la denominación que se adapte a ese entorno y edificio, que dinamice la zona de San Nicolás y antiguo seminario jesuita, al tiempo que se recuperan los restos de muralla que limita con la zona del río Adaja, que son los restos más desconocidos y con mayores posibilidades: paseos peatonales, vía pecuaria, etc.

• Ampliación museística relativa a los cereales con la instalación de maquinaria específica cedida ya por una familia de Arévalo.